Cuando suena una guitarra
siento que la vida mía
se desata en alegría
se me escapa en sentimiento
y desde el mismo momento
empieza a correr el vino.
Es que me llama el destino
y me aprisiona en sus garras
por eso, china, te digo
que otra cosa es con guitarra.
Anselmo Grau
De chico iba a clases de guitarra, digo iba a clases porque mucho no aprendía: siempre fui mal
ejecutante, por falta de constancia en la práctica y porque la ausencia de
técnica suele hacer difícil hacer al instrumentocanal de expresión.
Aún así, conservo un amor incondicional por el instrumento que me lleva a
escuchar los discos de guitarristas, especialmente los de guitarra española por
apego a su sonoridad.
Van comentarios de cuatro discos en los que la guitarra tiene un relevante protagonismo.
Van comentarios de cuatro discos en los que la guitarra tiene un relevante protagonismo.
Semillas
de Oscar Peralta es un disco esencialmente de guitarra solista (6 y 7
cuerdas). Oscar es un guitarrista oriundo de Posadas que participó de varios
proyectos de sonoridades diversas como “Cucamonga” y Matereré. Este es su
primer trabajo solista como guitarrista y compositor en un disco disfrutable de
punta a punta. Folclore con sonido a río que anda en una guitarra que conjuga
exquisitamente el ritmo, la melodía y
armonía, que interpela la escucha atenta por la maestría de los recursos.
Con
composiciones de clásicos como Rudi Flores, Nini Flores, Carlos Moscardini,
Ramón Ayala, Saturnino López entre otros y composiciones propias (mis
preferidas: De mis padres y Loyola de luna que abren y cierran el disco), en Semillas suena una guitarra limpia y
profunda que se toma sus tiempos para decir.
Acompañan
a Oscar en algunos temas como músicos invitados Gonzalo Díaz en percusión,
Pedro Brumnich en contrabajo y Javier Colli.
Un
disco para los amantes de la guitarra, y también recomendado para escuchar con
los que le escapan a los temas de guitarra solista. Una muestra más de los
grandes aportes de los músicos del litoral a nuestra música. (Gracias Eugenia
Guy por acercármelo).
A Javier García lo conocí a través de “Caseros
Hollywood”, emblemática banda del
conurbano bonaerense con raíces en el jazz eléctrico y el rock de los `70 que
sigo desde hace algunos años. Sudeste, es su tercer disco de
proyecto propio que contiene composiciones suyas con ritmos y sonoridades
cercanas al candombe, el malambo y la milonga abordados desde la tradición del
rock nacional.
En
formato base de trío con Javier en guitarras eléctricas, acústicas y synth guitar, acompañado por dos
grosos músicos como son Andrés Pellican en bajo y bajo fretless y Diego
Alejandro en batería, cuenta también con la participación de Franco Luciani en
armónica, Guido Martínez en contrabajo,
Juan “Pollo” Raffo en piano y Nicolás Sanucci poniendo voz en dos de los
temas.
Diversos
climas, texturas y colores mixturados en un disco con coherencia interna, de
sonido eléctrico no estridente, con composiciones y arreglos que revelan a
Javier como un músico con fuerte identidad.
En
estas épocas del año en las que reviven las discusiones acerca de las
identidades musicales, Sudeste es una muestra de que la buena música está más
allá de las etiquetas y las catalogaciones. (Gracias Javier por confiarme la
escucha de este disco que se me hizo tan compañero).
Dos
enormes guitarristas se juntaron a hacer un disco: Matías Arriazu en guitarra de nylon de 8 cuerdas y Ernesto Snajer en guitarra de nylon de
6 cuerdas. El resultado es De dos argentinos con 8 temas de
Snajer y uno de Germán Arriazu.
Cuando
dos genios se encuentran pueden colapsar o, como en este caso, potenciarse
infinitamente: desde el virtuosismo tan limpio y coordinado al servicio de un
tema tan polenta como “El zapateo” que abre el disco hasta la sensibilidad
extrema en la sucesión de notas y silencios de “El estaño de los peces” que lo
cierra, se suceden zambas, milongas, ritmos del litoral y un abanico de músicas
nuestras.
Un
hermoso diálogo entre dos guitarristas a través de sus instrumentos que
divierte y emociona. Me juego a decir, en unos años, un disco de culto.
(Gracias Karina Nisinman)
Criollo se llama el disco del dúo
conformado por Sebastián Castro en
guitarra y Santiago Arias en
bandoneón. Recorren sonoridades clásicas del folclore del noroeste argentino con arreglos propios para los dos instrumentos en un contrapunto que se apoya en la
alternancia entre los solos y las armonías conjuntas.
El disco
cuenta además con la participación de Pablo Farhat en violín y bombo en dos de
los temas y con la voz de Santiago en “La huarmillita” de Dávalos y Falú. Uno
de los temas, zamba lejana, tiene autoría de Sebastián, los demás forman parte
del acervo tradicional de la música del noroeste visitando no solamente el
repertorio más popular sino también temas escasamente versionados.
Criollo
es una mixtura perfecta entre lo tradicional y lo exquisito y no se queda a
mitad de camino para ninguno de los lados. Dos jóvenes músicos que siguen
abriendo caminos en nuestra música. (El disco lo compré en “De músicas
Argentinas”)
Seguimos
pronto, mientras voy armando la temporada que promete tener música de órdago.
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