Luego de una semana matadora,
almuerzo de sábado con amigos. Mucho vino. Cuando se fueron, me tiré un ratito
y me dormí profundamente. Tanto que cuando desperté había anochecido, y tenía
que prepararme para ir a cenar y luego a la medianoche escuchar Tengo Pa’l Truco.
Debajo de la ducha la cabeza
dolía profundamente. (Haré bien en ir?). Salí igual a la calle, comimos
livianito con Lidia en Lo del Cholo y nos fuimos para San Juan y Boedo.
La trasnoche de Esquina Homero Manzi,
tiene el contratiempo de hacerte esperar afuera. Al público y a los músicos a
los que les demoran en puerta hasta que termina el show para el turismo momento
en el que tienen que montar todo para empezar. Lo sabía de antemano pero fui
igual, tenía mucha curiosidad de escuchar el vivo de “Son Buenas” ese discazo
que ya habíamos presentado en el programa.
Y arrancaron con los dos primeros
temas del disco y me olvidé de la cabeza que hacía un rato se partía. Con los Tengo Pa’l Truco entrás en éxtasis: hay
juego, sentir, pasión, profesión. Los temas están hechos piel en cada uno de
los músicos. En un formato extraño para cuarteto: con dos tecladistas Damián
Balarino en piano y Luis Hopua en piano sintes y programación, Gonzalo Villalba
en bandoneón, guitarra, bajo y Carlos Passeggi en batería, percusión, marimba y
voz, con temas propios y versiones de temas apropiados porque los hacen sonar
con un nuevo color, este grupo de Lincoln abre una puerta nueva en la escena de
la música popular. Cuatro músicos, colegas, docentes del Conservatorio
Provincial de Lincoln encontraron en este proyecto una forma de exponer su
talento, hecho que se evidenciaba en la escucha de sus dos discos y que se me
terminó de revelar en el show del sábado.
La noche siguió y pasó volando,
lo malo cuando disfrutás a full es que el tiempo pasa volando y te quedás con
ganas de más. Espero la nueva visita de Tengo Pa´l Truco a nuestros pagos.
Vamos a avisarla con bombos y platillos por la alegría que nos produjo y para
que se enteren todos y nos acompañen.